¿Somos lo que decidimos vestir?: nuestra ropa podría reflejar lo que somos o queremos ser
- rockwithjustice
- 2 ago 2021
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 2 ago 2021
El qué nos vamos a poner de cada día puede estar marcado por muchas razones, como el clima, a dónde vamos y si hay algún código de vestimenta; pero también por quiénes somos y qué queremos reflejar de nosotros mismos.
No les voy a mentir, realmente paso demasiado tiempo pensando en qué me voy a poner. Últimamente, mi cama se llena de opciones descartadas que al final no termino usando. He llegado a pasar hasta más de una hora en ese momento de prueba y error en el que me quito y pongo ropa para tomar una decisión.
No estoy orgullosa de ser esta persona, todo lo contrario. Primero, porque desperdicio tiempo. Segundo, porque, si ya llegaba tarde, ahora llego todavía más tarde; hasta una hora de retraso porque paso demasiado tiempo sin decidir qué ponerme. Empiezo a ser demasiado molesta para las demás personas, y también para mí misma.
¿Y por qué paso demasiado tiempo pensando en qué ponerme? ¿Realmente lo vale? ¿Para o por qué lo hago? ¿De qué sirve?
¿Qué implica decidir la ropa que vamos a ponernos?
Cuando lo veo desde la superficie, pienso que es demasiado sencillo —y ciertamente rápido— adentrarme en un pantalón de mezclilla, cualquier blusa y tenis. Es una movida segura, que nunca pasa de moda y, con los cortes adecuados según mi preferencia, hasta cómoda, aerodinámica, quiero decir, te ofrece libertad de movimiento.
Pero cuando lo veo desde el interior, ir a lo seguro no parece ser lo más óptimo porque, desde mi perspectiva, la comodidad no sólo se mide en si el pantalón que traigo puesto me va a permitir abrirme de piernas sin que se rompa y no va a hacer que enseñe los calzones cuando no quiero hacerlo. Para mí, la comodidad también va hasta si estoy logrando proyectar lo que quiero, si estoy siendo la persona que quiero ser, incluso con lo que me pongo.
Oscar de la Renta dijo “camina como si tres hombres caminaran detrás de ti”. Hoy en día esa frase es sexista, llena de una realidad de la que las mujeres ya no queremos ser parte porque no necesitamos la validación de ningún hombre —y en estos tiempos, si tres hombres caminaran detrás de mí, me sentiría fuertemente alarmada—. Aunque su frase es en realidad… horrible, el trasfondo de ella es que camines con confianza, sabiendo quién eres y lo que vales, y creo que en muchas de las ocasiones la ropa tiene el poder de otorgarnos esa seguridad.
Por qué para mí es importante lo que decido ponerme
Quiero hablarles acerca de aquella vez en la que vestí un pantalón y camisa abierta de mezclilla, blusa y tenis blancos. Parece una elección sencilla, segura y, con la posibilidad de que alguno de ustedes me contradiga, atinada. No hay mucho qué decir acerca de este outfit, es fácil pasar desapercibido con él puesto, no impacta de manera negativa a nadie; podríamos decir que no es ni muy, muy ni tan, tan.
Pero odié todo el tiempo que lo traje puesto. De alguna manera, no me sentía como yo misma. No era que la ropa me quedara demasiado grande o demasiado pequeña, mi incomodidad no iba en ese sentido. En ese momento, sentía que lo que traía puesto no comunicaba ni siquiera un poco quién era yo ni quién quiero ser. No me sentía como yo misma porque, para mí, eso que traía puesto no contaba mi historia ni me ayudaba a construirla.
Hace un tiempo compartí en el instagram de rockwithjustice un conjunto de falda a cuadros, camisa azul y tenis. En ese entonces, les contaba que había intentado salir de mi zona de confort e intentar algo nuevo, pero no lo había logrado con ese ofni.

Para mí, aquella combinación simbolizaba un intento fallido. No solamente era el hecho de la ropa per se, con la cual no había logrado mi objetivo, sino algo más. En aquel momento —y de hecho, hasta la fecha— trataba de reconstruir mi vida, de ser una persona diferente, prácticamente de atreverme a vivir, porque estaba demasiado ensimismada en las cuatro paredes de mi habitación, frustrada con lo que tenía y no quería tener y soñando con un mundo ahí afuera, en lugar de salir a buscarlo.
Cuando usé ese conjunto, sentía como si hubiera una parte de mi vida que hacía falta, como que estaba incompleta, como que quería ser algo más, algo más grande, pero simplemente no podía. Y creo que mi ropa de alguna manera lo reflejó, no logré hacer una combinación de tela tan grande como lo tenía en mi cabeza, como tampoco estaba viviendo la vida de mis sueños.
En camino a vestir como quiero, a ser lo que quiero
Cuando estaba haciendo el borrador de este pequeño artículo —si lo podemos llamar así—, entre los puntos que anoté para desarrollar, se encontraba la relación de una persona muy cercana a mí con la ropa, esto con el fin de fortalecer precisamente esta idea de si lo que decidimos ponernos nos refleja y en qué sentido. Pero ahora que estoy escribiendo, siento que tal vez no es una historia que me corresponda contar y no me gustaría que se prestara a malas interpretaciones.
Así que, en lugar de eso, me gustaría cerrar con mi propia experiencia y no hablar de nadie más.
Ciertamente, sigo viviendo momentos en los que la ropa que traigo puesta me hace sentir insegura, y no es la ropa por sí misma, es más bien que me siento insegura con la decisión que tomé respecto a qué ponerme.
Pero también ha habido momentos, como los anteriores, en los que he decidido tomar riesgos, según a lo que he estado acostumbrada toda mi vida, y he sentido que con ellos tomé el rumbo correcto o el que estaba buscando. Ahora que estoy en una etapa de transición en la que entiendo que hay ciertas cosas que sería mejor hacer diferente en orden de obtener resultados diferentes —porque así he decidido que lo quiero—, estoy animándome y viendo qué es aquello que puedo descartar de mi guardarropa.
Todavía me tardo demasiado tiempo en elegir qué me voy a poner, porque no estoy exactamente segura del cómo llegar hasta donde quiero, pero tengo un boceto en mi cabeza de cómo se debería de ver, y ahora sigo en esa etapa de ponte, quitáte y vuélvete a poner para intentar igualarlo. Yo, a partir de la ropa que decido ponerme todos los días, estoy intentando construir mi historia y reflejar quien soy.
Así que tengo esta pregunta par ti, mi querido lector: ¿te has sentido de esta manera?, ¿crees que, de alguna u otra manera, somos parte de lo que decidimos vestir?